La niña salmantina que fue ingresada al Hospital Pediátrico de León y quien era un caso sospechoso de hepatitis infantil falleció mientras recibía atención médica, confirmó el secretario de Salud, Daniel Díaz Martínez.
En entrevista, Daniel Díaz Martínez dijo que hasta el momento no se ha tenido la confirmación por parte del Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica respecto a si el estudio confirmó que padecía hepatitis infantil, pero dijo que han aplicado el protocolo y sus contactos, particularmente familiares, están bajo vigilancia epidemiológica, para detectar posibles contagios.
“Esta menor de edad que venía de Salamanca, y digo venía porque lamentablemente perdió la vida en el Hospital Pediátrico de León, se hicieron esfuerzos extraordinarios y falta que el Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (Indre) nos dé el resultado para saber con precisión si ésta (la hepatitis) fue causa de defunción en esta menor”, dijo el Secretario de Salud, durante su visita a Irapuato.
Díaz Martínez dijo que hasta el momento sólo se tendría un caso confirmado de hepatitis infantil, que sería de un niño de León, el cual se recuperó, pero de confirmarse el caso de la niña de Salamanca serían dos casos, pero este último ya con un resultado de un fallecimiento.
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Por ello, sólo esperan el resultado del Indre para determinar si es caso positivo de hepatitis infantil, pero por lo pronto el protocolo ya fue aplicado.
“Está bajo vigilancia epidemiológica su familia, sus contactos, hicimos todo lo que estaba en nuestras manos, pero lamentablemente su estado de salud era muy grave y antier perdió la vida”.
En agosto pasado fue detectado el primer caso de hepatitis aguda grave en un niño de cinco años, originario de León, y éste fue ubicado en el Hospital General Regional Número 58 de esa ciudad, después de no haberse por años casos de esta enfermedad en el estado.
La hepatitis aguda grave se da principalmente en niñas y niños hasta los 16 años y se contagia particularmente por vía oral fecal, como la hepatitis A, es decir, con alimentos contaminados o agua contaminada, o al no lavarse las manos, por eso es más frecuente en los niños.