Tras el asesinato de su padre, un hombre que vendía tamales en Cuautitlán Izcalli, Jorge Raziel exige justicia, “quiero que todo mundo sepa lo que ocurrió con mi papá, que vean el trágico destino que tuvo un hombre que era querido por muchos de sus clientes y solo salía un día más a trabajar”.
Eran las seis de la mañana del sábado 24 de diciembre, cuando Jorge, de 47 años de edad, quien desde hace 20 años se ganaba la vida vendiendo tamales, salió de su domicilio a bordo de su tricíclico para, como todos los días lo hacía ganarse la vida vendiendo tamales en una esquina, aunque nunca se imaginó que ese sería su último día de vida y mucho menos se imagino que ya no celebraría la Navidad con su familia, un automovilista que aparentemente conducía en estado de ebriedad, lo atropelló y mató.
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Sueltan al culpable
Identificado como Ken Omar, para evadir la acción de la justicia imprimió velocidad a su vehículo y trato de darse a la fuga, pero no logró su objetivo, pues metros adelante sobre la calle de Austral, en el fraccionamiento de Atlanta, policías municipales lo alcanzaron y detuvieron.
Sin embargo, horas salió en libertad. Ante el hecho, Jorge Raziel dijo que “el asesino de mi papá, por obligación debe hacerse cargo de la indemnización, pero también debería estar tras la rejas, porque un homicidio es un homicidio, este ebrio o no”.
Exige justicia y dijo que desea que todo el mundo sepa lo que le ocurrió a su padre Claudio, “que vean el trágico destino que tuvo un hombre que era querido por muchos de sus clientes y solo salía un día más a trabajar”.
Jorge Raziel sentenció que no va a descansar hasta que su padre tenga la justicia que merece, “porque era un buen hombre, que merecía vivir muchos años más, y que tenía sueños y metas por cumplir”.
Envía mensaje a su padre
En otro mensaje publicado en Facebook, Raziel envió un mensaje a Jorge, asegurando que fue el mejor padre que un hijo pueda tener.
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“Me brindaste todo y jamás me dejaste caer a pesar de que tuve tantas derrotas”.
Publicado originalmente en La Prensa