CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Por caso omiso por parte de los dueños, cada vez se encuentra más vandalizado el inmueble que por muchos años fue centro comercial de Celaya, y en especial el expendio de bebidas alcohólicas, ubicado en la esquina que forman las calles Hidalgo y Francisco Juárez.
No conformes con haber forzado y derrumbado la puerta principal de la cortina metálica que se encuentra por el lado de la calle Hidalgo, por donde a lo largo de un año se ha estado robando materiales eléctricos y metálicos del interior del inmueble, ahora los ladrones se dieron el lujo de abrir con total descaro uno de los muros por donde han sustraído y sacado grandes piezas de los ductos de la refrigeración y estructura de todo el interior, dejando prácticamente vacío el edificio.
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Mientras que todavía a principio de 2022 se tenía gran parte de las estructuras metálicas de los marcos de puertas, ventanas de lo que eran varias oficinas, ahora han quedado desmanteladas, y los policías no hacen rondines y menos acto de presencia para disminuir el descarado robo, incluso por el día.
Aprovechando la apatía, desinterés o falta de programas de vigilancia permanente en la zona por parte de los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, los ladrones se muestran confiados y también se han dado a la tarea de robar estructuras metálicas de otros tres inmuebles que se encuentran al fondo del predio.
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Incluso han intentado llevarse la estructura rectangular de unos cinco metros de largo y tres de ancho, pero por su peso, todo indica que el trabajo requerirá de más tiempo, para también hurtar marcos otros materiales de cobre de la red eléctrica y tubos metálicos, dejando el complejo de edificios totalmente destruido.
En la malla metálica del lado de la calle Hidalgo, también ha sido cortada, permitiendo la entrada y salida de los ladrones sin encontrar oposición alguna, y por donde han sustraído los materiales metálicos.
A pesar de que El Sol del Bajío ha reportado el constante despojo de diversos materiales de dicho edificio, ni los propietarios y menos los policías han mostrado interés por hacerse respetar y proteger el inmueble.