Tan constantes y bien organizados, que logran mimetizarse con la vida cotidiana de los chilangos, varios grupos delictivos y de poder, son los que niegan o dan acceso a servicios y oportunidades de desarrollo y movilidad social en varias zonas de la capital del país. Sobre esto da cuenta el libro Las 7 mafias chilangas (Penguin Random House), que se presentó este viernes.
“Volver a ver la ciudad y nuestro mundo en general como si fuéramos extraños a ella es muy necesario, pues es de ahí de donde nace el periodismo: de la duda, de la curiosidad, de ese elemento que percibimos como raro”, comentó durante la presentación del libro la periodista de investigación Sandra Romandía Vega, coordinadora de la publicación, que antologa las indagaciones de varios periodistas especialistas en temas de la ciudad.
“Mientras nosotros estamos reunidos aquí, se están poniendo de acuerdo los poderes fácticos, el mundo en el que vivimos está absolutamente cooptado y es responsabilidad de quienes nos dedicamos al periodismo contarlo”, apuntó.
La misma periodista, explicó que este libro tuvo su origen de la necesidad de poner en discusión aquellos problemas que hacen falta poner el centro del debate, pero también del deseo de otorgar a los lectores y la sociedad herramientas para conocer mejor su realidad.
CUALES SON LAS MAFIAS
Sin que el libro abarque todas las mafias, se centra en algunas de las más importantes, turbias y duras de comprender, como son las del control de mercados, organización de comercio ambulante, prostitución forzada, distribución clandestina de agua, sindicalismo, despojo inmobiliario y trata de personas.
“Es importante decir y reconocer que todas esas mafias están, de alguna manera, tocadas por el narcotráfico, por los políticos y grupos de base de las alcaldías de la cuidad; las cuales, lo que terminan por hacer es dotarse de poder para poder ofrecerlo a los candidatos gobernantes en turno como negociación”, detalló Romandía Vega.
Durante la presentación del libro, también estuvieron presentes los colaboradores del libro. Entre ellos la periodista de El Sol de México, Nurit Martínez Carballo, quien investigó el control de los 335 mercados que existen en la CDMX, de los cuales muchos se encuentran en procesos jurídicos por la disputa de locales, cuya regulación no es homogénea y está a capricho de una pirámide kafkiana de poder, que apunta a la corrupción y la extorsión.
Por su parte, Alberto Cuenca, que se dedicó a investigar la red de ambulantes en el Centro Histórico durante los últimos años, mencionó que se trata de una de las mafias más antiguas que conoce la capital, pero que se ha transformado en los últimos años con la inducción de células del narcotráfico, como la Unión Tepito, así como de familias de líderes comerciantes que también operan como cárteles, sin amigos ni aliados, sólo intereses.
Óscar Balderas centró su investigación en la trata de personas y prostitución forzada, la cual arrojó novedosos datos sobre quienes son los verdaderos “padrotes” de estas redes, cuyos orígenes se encuentran desde la década de los treinta del siglo pasado y tiene ahora alcances internacionales.
Áxel Chávez, describió el modo en que el despojo inmobiliario también ha padecido mutaciones, que transformaron a esta mafia, de un cartel meramente fraudulento, para volverse incitador de corrupción entre grupos notariales, un problema directamente relacionado con grupos violentos del crimen organizado.
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En cuanto al agua, Frida Mendoza explicó que su texto descubre el sistema de “huachicoleo” de distintos pozos de agua en la CDMX, a través de pipas privadas que exceden sus precios; así como la turbia distribución de ésta a través de líderes vecinales, delegados y otros funcionarios.
Sara Pantoja, explicó que su texto trata de explicar una de las redes más complicadas y enredadas, la del transporte en taxis, la cual tiene implicaciones tanto para los conductores, como para el orden federal que actualmente enfrenta una demanda por una empresa privada.