El pasado viernes se celebró el Día Internacional en Contra de la Corrupción, siendo este un tema cada día más recurrente en nuestra sociedad, amenazando la prosperidad de naciones, y la estabilidad de los ciudadanos de este planeta.
La corrupción es un problema que pone en riesgo el desarrollo social y económico y las instituciones democráticas y el Estado de derecho. Lo que además provoca que las nuevas generaciones crezcan con esta afección que no permite sociedades sanas. Por lo que este año, el Día Internacional contra la Corrupción tiene por objetivo poner de relieve el vínculo crucial entre la lucha contra la corrupción y la paz, la seguridad y el desarrollo.
De acuerdo con el Centro de Investigación de Política Pública IMCO, cuatro de cada 10 pesos en compras públicas, se gastó a través de procedimientos sin competencia: en 2021, 41% del monto total fue adjudicado directamente y 4% a través de invitaciones restringidas. Las instituciones federales incumplieron las leyes de contrataciones al adjudicar más de 9 mil millones de pesos a proveedores riesgosos como empresas fantasmas, sancionadas y de reciente creación. 29% de las instituciones federales aumentaron su puntaje de riesgo de corrupción en las compras públicas respecto a 2020.
Datos del INEGI, en 2021, 57.1% de la población mexicana consideró que la corrupción era uno de los problemas más importantes en su entidad federativa. Se ubicó sólo por debajo de la inseguridad y la delincuencia. En 2021, el costo promedio de la corrupción fue de 3,044 pesos por persona en términos reales. En el caso de las empresas, fue de 7,419 pesos en 2020.
El actual gobierno ha mencionado que uno de sus principales ejes es ir en contra la corrupción, no obstante, no se ha podido tener un avance exitoso, un gobierno que no ha demostrado una lucha real, en donde el mismo Fiscal de la República se ha visto envuelto en temas de corrupción. Así como parte de su primera línea de defensa en su gabinete, con el incidente de la línea 12 del Metro, en donde al día de hoy, no se han visto acciones contundentes en contra de los responsables por acción y omisión.
Es notable entender que la corrupción aumenta las probabilidades de que se lleven a cabo actividades relacionadas con la delincuencia organizada, inclusive terrorismo, dado que se ven favorecidos por la complicidad de los funcionarios públicos corruptos.
No obstante, el sector privado también debe de llevar a cabo acciones conjuntas con gobierno para evitar que se comentan actos de corrupción dentro de las empresas, en la actualidad existen, como ya se ha mencionado en colaboraciones anteriores, programas anticorrupción con la finalidad de llevar a cabo planes y políticas para combatirlas y con ello potenciar la transparencia e integridad en las empresas.
La colaboración de los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil es fundamental para poder frenar la corrupción, empero, cada uno como particular puede contribuir con erradicar este problema al no intervenir en actividades que de antemano se sabe favorecen a la corrupción, no solo basta con saber cuáles son los tipos y actos de corrupción, lo trascendental es aprender a negarnos a ser partícipes de ellos, y por el contrario denunciar cuando nos percatamos de ellos. De acuerdo con el informe del Barómetro Global de la Corrupción América Latina y el Caribe en 2019, más de uno de cada cinco ciudadanos que accedieron a los servicios públicos, como atención médica y educación, habían pagado sobornos el año anterior.
Con pequeños actos en nuestro día a día podemos contribuir para erradicar la corrupción y con ello construir sociedades más prósperas.
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