“La verdad nos hará libres”. Esa es la divisa de la Universidad de Guanajuato, que a inicios de este mes cumplió nada menos que 290 años. Esa frase es la misma de la Universidad Iberoamericana, pues tienen origen jesuita común. Curiosamente, podría y debería ser también la frase que encabece a todos los medios de comunicación.
Desde 1732, la Universidad de Guanajuato (UG) ha cosechado, a lo largo de 290 años, momentos históricos, de fortaleza y crecimiento. Uno de los símbolos más importantes y hermosos de la universidad es que, así como los miembros de la UNAM son pumas cada uno de los integrantes de la comunidad universitaria de la UG son abejas.
Así, la comunidad es una colmena legendaria que, entre alumnos, docentes, administrativos y personal de logística reúne a más de 50 mil abejas repartidas en todo el estado de Guanajuato. Colmena es igual a trabajo en equipo a cooperación.
Cuando nació la UG Guanajuato era absoluta potencia mundial en minería. No obstante, a decir de Eduardo Vidaurri Aréchiga, cronista de la ciudad de Guanajuato, esa comunidad “carecía de un proyecto educativo, que impulsara a la juventud de la época”.
LOS BENEFACTORES
Doña Josefa Teresa de Busto y Moya, Don Pedro Bautista Lascuráin de Retana, entre otros
grandes personajes hicieron realidad ese proyecto y en 1732 comenzaron los trabajos formales del entonces Colegio con una orientación básica.
Como era de esperar, en un inicio la orientación educativa era con sentido religioso, pero en 1792 el Intendente Juan Antonio del Riaño y Bárcena y su esposa Victoria Maixent, impulsaron una reforma para introducir materias del pensamiento científico moderno, con la incorporación de la física, química, y lenguas como el francés.
Debido a la guerra de Independencia, la continuidad educativa fue intermitente hasta 1828 con la reapertura formal del Colegio, pero con la denominación de: Colegio de la Purísima Concepción, dio pie a la creación de estudios de licenciatura en Derecho y en Minas.
Otro hito importante fue 1870, cuando se emitió la Ley de Educación Superior, por lo que el Colegio cambió de nombre, a Colegio del Estado y siete años después comenzó a tener presencia en otros municipios de Guanajuato.
EL COLEGIO RESILIENTE
Durante el siglo XX, después de la Revolución, de una inundación y la Guerra Cristera, el Colegio del Estado resurgió en 1945 como Universidad de Guanajuato, seguido del Rectorado del maestro Armando Olivares, el primer Rector de la Máxima Casa de Estudios de nuestro estado.
Años después, la cultura se afianzó gracias a la Orquesta Sinfónica de la UG (OSUG) y al Teatro Universitario, con una expansión que se transformó en el Festival Internacional Cervantino (FIC), hoy uno de los cinco festivales culturales más importantes del mundo y que en unos días inicia su edición número 50.
En 1991, la UG alcanzó la autonomía, lo que la convirtió en una instancia con su propia organización interna, con un Comité y un Consejo, quienes eligen a sus autoridades, así como el proyecto educativo.
En 2009, la UG adoptó un modelo de organización que se estructura en campus, divisiones y departamentos. Actualmente, la Universidad de Guanajuato cuenta con 4 campus universitarios, un campus virtual, un subsistema de nivel medio superior. Tiene presencia en 13 municipios del estado de Guanajuato y una comunidad de aproximadamente 46 mil estudiantes.
EL RECTOR
Después de presentar el 17 de agosto un brillante informe de labores, Luis Felipe Guerrero Agripino, rector general de la UG, inicia su octavo y último año de rectorado de la UG. En la celebración del 290 aniversario, puso énfasis en que Guanajuato es como lo conocemos gracias a la incidencia definitiva de su universidad. Como su apellido lo dice, el rector de la UG es un luchador que ha llevado durante siete años a la máxima casa de estudios con paso constante e incansable, de la misma manera que él mismo corrió el maratón de León hace unos cuantos días. Corredor de fondo, ya está listo para dar el sprint en su rectorado y entregar las mejores cuentas.