León, Gto. Para los hijos de japoneses que nacieron en el país es un orgullo responder que son mexicanos cuando les preguntan de dónde provienen, ya que para la comunidad nipona es una gran oportunidad de enlazar el puente cultural y económico que los caracteriza con el mundo.
Lo anterior coincidió durante los diferentes puntos de opinión que fueron expresados durante el conversatorio “Historias Nikkei”, el cual se llevó a cabo durante la tarde del sábado en el auditorio de la Universidad de Guanajuato del Forum Cultural de León.
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El evento tuvo la primicia de ser presidido por Efrén García García, director regional en Guanajuato de la Organización Editorial Mexicana (OEM), quien entabló la conversación con los “Nikkei” Pedro Tanamachi Reyeres, Olivia Iwadare, Lijima, Enrique Kato Miranda y los japoneses Shoko Wen y Pedro Tanamachi.
Shoko Wen, contó que los hijos de japoneses nacidos en México son talentosos y explicó que muchos de los descendientes que llegan al país forman comunidades cerradas y que en muchas naciones es necesario hacer contacto con ellos.
“Sin embargo, no ha sido y no es nada fácil hacer ese contacto porque ellos están aislados unos de otros y no ha sido fácil crear esos contactos”, comentó la japonesa.
Pedro Tanamachi, aspirante a la política en el estado con ascendencia japonesa, recordó que cada que le preguntan sobre el origen de su descendencia, a pesar de tener todos los rasgos nipones y degustar como nadie el picante sazón de las gastronomía, él no duda en responder con total orgullo que es mexicano.
“Soy mexicano porque nací en México pero para mi ser Nikkel (nombre designado a los japoneses que emigran) es una gran oportunidad como persona. Como sabemos Japón es una potencia mundial en diferentes áreas como ciencia, ecología y cultura. Nosotros podemos servir como puente económico también”, dijo Pedro Tanamachi.
El nipón agregó que su mamá al llegar al país tuvo un choque cultural muy grande ya que las diferencias eran muy grandes ya que en el puente de Japón y México hay muchas trabas porque las empresa japonesas son estrictos ya que piden todo en orden y los proveedores mexicanos se tardan mucho o responden muy lento.
Es por eso que los japoneses están en medio de la brecha nacional para canalizar los procesos que los han llevado a lo que hoy son y que pueden guiar a otros ciudadanos a lograr esa eficiencia en sus vidas.
Enrique Kato Miranda, de ocupación biólogo, recordó la metáfora del arroz que germinó y dio más arroz, al señalar que hay un proceso en las familias que no todos tienen el interés de su raíz japonesa y se va diluyendo esa noción de carácter japonés entre las distintas generaciones que se dispersan por las naciones.
Por último, Efrén García, director de la OEM en el estado, quien moderó la plática, aseguró que al finalizar el evento todas las personas que migraron de Japón se interesan en empezar una comunidad más unida para que este esfuerzo no quede en palabras y sea el inicio de una nueva era.