CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- En los dos primeros meses del 2023 en todo el país se registraron mil 106 atrocidades que dejaron mil 651 víctimas. Entre las principales atrocidades se contabilizaron 344 casos de tortura, 147 asesinatos de mujeres con crueldad extrema y 110 casos de mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres, de acuerdo con el registro presentado por la organización Causa en Común.
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En el cual se destaca que Guanajuato ocupa el segundo lugar con más atrocidades al registrar 94, solo por debajo de Chihuahua quien registró 109 y por arriba de Guerrero, Baja California y Morelos, estados en los que se registraron 86, 85 y 71 atrocidades respectivamente.
Durante enero y febrero en el estado de Guanajuato se registraron al menos 12 asesinatos de mujeres con crueldad, 12 casos de mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres, 33 casos de tortura, nueve masacres, ocho asesinatos de niñas, niños y adolescentes
También se registraron ocho actos violentos contra la autoridad, cuatro casos de calcinamiento, se encontraron cuatro fosas clandestinas, se cometieron tres asesinatos de funcionarios y actores de relevancia en materia de seguridad e incluso hubo un intento de linchamiento.
PROPUESTAS
Para contrarrestar estas atrocidades, Causa en Común propone que cada ciudadano exija al gobierno local y federal la resolución de estos casos con investigaciones sólidas, dotar de presupuesto, medios técnicos y humanos a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, con la finalidad de garantizar servicios esenciales, atención jurídica y económica a las víctimas de atrocidades.
De igual forma propone financiar proyectos que ayuden a documentar, visibilizar y explicar las violencias que se ejercen en el país, con el propósito de generar propuestas que prevengan y atiendan la grave situación de criminalidad que atraviesa el país.
También generar alianzas con organizaciones de la sociedad civil, iniciativa privada y gobiernos para construir programas y proyectos de seguridad, prevención y social que responda a la realidad de cada comunidad.
Destaca que la acumulación de este tipo de violencias y atrocidades refleja patologías graves que presentan un reto social mayor, por lo que, considera que a los enfoques policiales y sociológicos deben sumarse los psicológicos.