La sorpresiva muerte de la reina Isabel II marca el fin de una era y el comienzo de una nueva, llena de cambios, incluso para los miembros de la familia real británica, cuya línea de sucesión ha sufrido significativas modificaciones (que eran de esperarse).
En una ley de conocida como las Cartas Patentes de1917 se indica cuáles títulos pueden ostentar los familiares de la reina de Inglaterra, donde se establece que solo sus hijos, nietos y bisnietos que provienen de la línea más directa de sucesión al trono pueden poseer este honor. Siendo el caso de los cuatros hijos de la Isabel II y Felipe, el duque de Edimburgo; Carlos, Ana, Andrés y Eduardo y de los hijos de estos.
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Siguiendo esta ley, el nuevo rey de Inglaterra es Carlos III y su sucesor el ahora duque de Cornualles y Cambridge, el príncipe William, y el segundo en la línea del trono, es su primogénito, el príncipe George de Cornualles y Cambridge, quien se convierte en el más pequeño heredero al trono británico con tan sólo 9 años de edad.
Su nombre completo es George Alexander Louis en honor a su tatarabuelo, su bisabuelo y un tío abuelo.
George es el hijo mayor de los duques de Cornualles y Cambridge, el príncipe William y Kate Middleton. Nació el 22 de julio de 2013 en el Hospital de St. Mary’s ubicado en Paddington, Ciudad de Westminster, y que se ha convertido en el lugar de nacimiento de algunos miembros de la realeza incluidos los príncipes Guillermo y Harry.
Siguiendo los protocolos de la llegada de un nuevo bebé royal, la pareja anunció el nacimiento de su primogénito en una llamada privada a la reina Isabel II, después a miembros de la familia como a los padres y hermanos de los duques.
Como es tradición, el palacio publicó un comunicado anunciando el nacimiento de George, cuya nota incluye la hora y la fecha exacta de su llegada al mundo, así como el peso y la altura del recién nacido. La revelación de su nombre, se hizo días después.
Bautizo
En la familia real británica se acostumbra que se bautice a los pequeños royals dos o tres meses después de su nacimiento. En el caso del príncipe George, su bautismo fue a finales de octubre, contó con siete padrinos y fue una ceremonia privada a la que asistieron sólo 22 miembros de la familia real.
El acto religioso fue dirigido por el arzobispo de Canterbury y tuvo lugar en la Capilla Real del palacio de Saint James, donde se encuentra el féretro de la madre del príncipe William, la princesa Diana de Gales.
Con tan solo un año de edad, realizó su primera gira internacional, que fue un viaje en el que recorrió Nueva Zelanda y Australia junto a sus padres.
Gana protagonismo
Aunque no es común, ver que los duques junto a sus hijos en público, en los últimos años, se les ha visto ocasionalmente acompañados de los pequeños, donde en cada aparición, han robado cámara.
Prueba de ello, fue la visita
a Gales que hicieron en el penúltimo día de las celebraciones del Jubileo de Platino de la reina Isabel II, cuando fueron los encargados de supervisar todos los detalles del concierto que tendría lugar en el castillo de Cardiff.
Por primera vez visitaron la región en compañía de sus dos hijos, George y Charlotte, quienes a su llegada, fueron recibidos entre flores y aplausos por parte de los locatarios que se reunieron a las afueras del castillo.
O como la vez que asistieron al estadio de Twickenham para presenciar la tercera jornada del Campeonato de las Seis Naciones donde se disputó el partido entre Inglaterra y Gales.
Estudios
Hasta antes de que los duques de Cornualles y Cambridge, decidieran mudarse a Adelaide Cottage, una vivienda que se ubica en el poblado de Berkshire, muy cerca de la que era la nueva residencia oficial de la reina Isabel II, el Castillo de Windsor, el pequeño príncipe recibía una educación especial en el prestigioso colegio Thoma´s Battersea junto a su hermana Charlotte.
Pero desde el pasado lunes, George junto a sus dos hermanos, ingresaron al Lambrook School, un colegio que alberga alrededor de 620 niños y niñas a partir de los tres hasta los 13 años, mismo que combina la enseñanza de alto nivel y las exclusivas instalaciones con los valores tradicionales. Está ubicado en el entorno idílico de 52 acres de la campiña de Berkshire.